Tal y como se ha comentado, un material de acabado o de decoración puede contribuir al desarrollo del incendio ante su inflamación y propagación a otros lugares alejados donde se encuentren combustibles. Por ello, es necesario conocer el comportamiento del material constructivo como combustible, como generador del riesgo de incendio, al margen de su función dentro del conjunto.
Cuando un material arde o se calienta, se consume, es decir, se produce una pérdida de masa del material, y por otro lado, genera calor favoreciendo el desarrollo del incendio o provocando su propagación al calentar otros materiales combustibles.
Los materiales se clasifican, según su grado de reacción al fuego, en:
– M0: incombustible.
– M1: Combustible, no inflamable
– M2: Poco inflamable
– M3: Moderadamente inflamable
– M4: Medianamente inflamable,
– Material no clasificable.
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