Las lesiones producidas por la electricidad en el cuerpo humano pueden clasificarse en dos tipos:
a) Sin paso de corriente.
b) Con paso de corriente.
LESIONES SIN PASO DE CORRIENTE
Se originan por el establecimiento de arcos eléctricos en equipos y máquinas mal aislados o mal utilizados, y también por la existencia de una electricidad estática
elevada en el ambiente de trabajo. Las consecuencias de estos accidentes pueden ser quemaduras (debido al contacto directo del cuerpo humano con el arco), lesiones en los ojos (por la elevada intensidad luminosa del arco) o lesiones secundarias por explosiones de atmósferas inflamables.
LESIONES CON PASO DE CORRIENTE
Se originan por la interposición del cuerpo humano entre dos elementos conductores con distinta tensión, lo que provoca el establecimiento de una corriente eléctrica a través del cuerpo. Las consecuencias del paso de la corriente por el cuerpo pueden ocasionar desde lesiones físicas secundarias (golpes, caídas, etc.), hasta la muerte por fibrilación ventricular o por asfixia, pasando por trastornos musculares, quemaduras de diversa importancia, etc.
La fibrilación ventricular consiste en el movimiento anárquico del corazón, el cual deja de enviar sangre a los distintos órganos y, aunque esté en movimiento, no sigue su ritmo normal de funcionamiento. Es el efecto más grave en relación con la electricidad y es el que produce la mayoría de los accidentes mortales. Una vez producida la fibrilación, no se recupera el ritmo cardíaco de forma espontánea y, de no mediar una asistencia rápida y efectiva, se producen lesiones irreversibles y sobreviene la muerte.
Por tetanización se entiende el movimiento incontrolado de los músculos como consecuencia del paso de la energía eléctrica. Dependiendo del recorrido de la corriente,
perderemos el control de las manos, brazos, músculos pectorales, etc.
La asfixia se produce cuando el paso de la corriente afecta al centro nervioso que regula la función respiratoria, ocasionando el paro respiratorio. Otras alteraciones, tales como: contracciones musculares, aumento de la presión sanguínea, dificultades de respiración, parada provisional del corazón, etc., pueden producirse sin fibrilación ventricular. Tales efectos no son mortales; normalmente son reversibles y lo habitual es que solamente produzcan señales físicas por el paso de la corriente (marcas, quemaduras). No obstante, las quemaduras graves pueden llegar a ser mortales.
Hugo Andaracua Alcantara liked this on Facebook.
Adrian Paul Regalado Escobar liked this on Facebook.
Jorge Herrera Cruz liked this on Facebook.