Una vez seleccionados los equipos más adecuados con la participación de los trabajadores y aceptado su uso, es recomendable la elaboración de unas normas internas que regulen su utilización en los puestos de trabajo afectados.
DISTRIBUCIÓN DE LOS EPIs
Los EPIs deben ser de uso individual, y deben estar avalados por razones de orden jurídico e higiénico. Además, otras razones que vienen a realzar y reafirmar la necesidad
de su uso individual, son las siguientes:
a) Los EPIs para ser eficaces se deben ajustar a las características anatómicas del usuario.
b) Cada usuario debe ser instruido sobre las características de los equipos que se le entregan, de sus posibilidades y de sus limitaciones. Tal normativa deberá darse por escrito.
c) Responsabilización de cada usuario sobre el mantenimiento y conservación del
equipo que se le entrega, lo cual sólo es posible si la asignación de los equipos
es personalizada y se establece un sistema de seguimiento y control.
SUPERVISION
La intervención del servicio técnico de seguridad en todo el proceso, desde la elección a la correcta utilización o conservación del EPI, es imprescindible de cara a conseguir resultados óptimos frente a una situación de riesgo.
En particular, el servicio técnico deberá:
– conocer los problemas que se presentan en el uso de los EPls;
– conocer la forma correcta de utilización; y,
– preocuparse de que son utilizados, sin excepción alguna, en las zonas de uso obligatorio.
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