A continuación, se presentan estrategias que, por su efectividad, han ganado importancia en la lucha contra el fraude:
1.- La capacitación de los empleados: Es imperativa, especialmente en lo que se refiere al manejo de sistemas ya que una deficiencia en esta área puede ser desastrosa.
2.- La delación de los empleados de la misma compañía o la información anónima: Ello ha llevado a la creación de líneas telefónicas (hot-lines) u oficiales de la compañía que operan fuera del negocio.
3.- El intercambio de información entre compañías, ya sea por sector o por ubicación geográfica. Se debe obrar con cautela, ya que si se discute abiertamente puede implicar acciones contra la empresa por difamación.
4.- El diseño e implementación de políticas claras de prevención, detección e información de casos dentro de la misma compañía. Muchos fraudes se podrían evitar con la planeación y sistemas de control adecuados.
5.- Establecimiento de leyes sencillas contra el fraude. Los abogados defensores tienden a complicar los casos en las cortes.
6.- Ayudarle a la Gerencia a minimizar la ocurrencia del fraude mediante el establecimiento y mantenimiento, por parte de la gerencia, de controles internos efectivos.
7.- Trabajar con la Gerencia para desarrollar y cumplir los procedimientos de detección de fraude.
8.- Ayudarle a la Gerencia para concientizar a los empleados de la compañía sobre las características del fraude y los pasos a seguir para informar sobre un posible fraude.
9.- Investigar los indicios de un posible fraude o de actividades potencialmente fraudulentas identificadas por medio de auditorías interna, sin importar si dichos fraudes están dirigidos hacia la compañía o hacia sus clientes.
10.- Instituir procedimientos previos de investigación del fraude.
11.- Administrar el Plan de Prevención del Fraude en la compañía de conformidad con lo requisitos reglamentarios.