Tal y como se ha señalado, la carga que supone la realización de una determinada tarea viene determinada por la relación entre las exigencias de esa tarea y la capacidad de respuesta del individuo que la realiza.
Si nos centramos en la carga mental, las exigencias de la tarea están en función, fundamentalmente, de la información que debe tratarse en el puesto de trabajo, es decir, de la información que el individuo recibe en su puesto de trabajo y a la que debe dar respuesta.
Pero además, estas exigencias van a estar determinadas también por otra serie de factores del entorno de trabajo, como determinados factores del ambiente físico, factores psicosociales y de la organización del trabajo, y factores relacionados con el diseño del puesto.
Por otro lado, la capacidad de respuesta del trabajador en tareas en las que predomina la actividad mental estará en función de ciertas características individuales y factores extralaborales que pueden estar afectándole en un momento dado.