A corto plazo, la exposición a radiación intensa UV-B, UV-C y UV-A produce eritemas o quemaduras solares caracterizados por un enrojecimiento e inflamación de la piel, acompañados a veces de ampollas y levantamiento de la piel. Es un efecto agudo y reversible.
A largo plazo, es decir, a lo largo de la vida, las exposiciones repetidas a radiación UV intensa producen dos tipos de daño:
a) Unos efectos que se producen siempre, como la aceleración del envejecimiento de la piel y la aparición de queratomas o manchas solares. Su presencia sirve de aviso de una exposición excesiva a la radiación UV. Son efectos crónicos e irreversibles.
b) Unos efectos aleatorios, como el incremento de la probabilidad de desarrollar algún tipo de cáncer de piel, como son los cánceres de células basales,
cánceres de células escamosas y melanomas malignos. Son efectos crónicos e irreversibles.
La probabilidad de padecer cáncer de piel en el futuro aumenta con las quemaduras por radiación UV. Esta probabilidad también aumenta con la sobreexposición repetida a dosis de radiación UV inferior a Ia necesaria para producir eritema.
No obstante, existen una serie de factores que intervienen en la gravedad del daño provocado por la exposición a radiaciones ópticas:
a) Factores. personales: como la pigmentación de la piel y la facilidad para broncearse. Cuanto mayores son ambos, el riesgo es menor. Ello es debido a la melanina, que absorbe la radiación UV y actúa, por tanto, de filtro protector. El bronceado, aunque protege contra el eritema, no elimina el riesgo de aparición de cáncer de piel.
b) Fotosensibilizantes: ciertas sustancias químicas usadas en el trabajo, como pigmentos, compuestos del alquitrán y brea, algunos medicamentos, varias sustancias vegetales, aceites y fragancias usados en cosméticos y otros productos, pueden aumentar la sensibilidad hacia la radiación UV en ciertos individuos, incrementando asi sus efectos nocivos.
Cuando se trata de la radiación solar influyen además:
c) Hora del día y época del año: la intensidad es máxima en el intervalo de las 10 y las 14 horas solares (hay que tener en cuenta que el cambio horario para ahorrar energia hace que la hora solar no coincida con la marcada por el reloj). También es mayor en el verano que en el invierno.
d) La capa de ozono estratosférica: que actúa como filtro y protege de la radiación UV solar. De ahí la preocupación creciente por su disminución.
e) La presencia de nubes: que disminuye pero no anula la radiación solar. No hay que olvidar, por tanto, que incluso en días nublados se pueden causar daños.
f) Factores geográficos: como la altitud y latitud, también influyen. Hay mayor irradiación a mayor altura sobre el nivel del mar y cuanto más próximo se esté al ecuador.
g) Materiales que reflejan la radiación solar: nieve, arena, cemento, superficies metálicas, etc,. La exposición indirecta a las radiaciones debida a la reflexión puede llegar a ser muy importante.
La exposición a radiaciones visibles e IR de fuentes artificiales muy intensas, que producen temperaturas muy altas, puede
producir quemaduras en la piel por efecto térmico
RECUERDE:
– La autoexploración de la piel es el mejor método para detectar precozmente los cánceres de piel y sobre todo el melanoma.
– La detección precoz es fundamental para su tratamiento y curación.
– Ante cualquier anormalidad sospechosa en una mancha consulte de inmediatoa su médico.
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