Los trastornos vasculares son los más frecuentes y los más ampliamente estudiados.
En general, los trabajadores expuestos a VMB pueden presentar episodios de dedos pálidos o blancos. Este trastorno vascular es debido a una interrupción temporal de la circulación sanguínea de los dedos.
Se utilizan varios sinónimos para denominar los trastornos vasculares inducidos por las VMB: dedos muertos o blancos, fenómeno de Raynaud (primer médico que describió este fenómeno en 1862) de origen profesional, y, más recientemente, dedo blanco inducido por vibraciones (DBV). En muchos países, el DBV se incluye en la lista de enfermedades profesionales.
El dedo blanco inducido por vibraciones puede presentarse en trabajadores expuestos a vibraciones mano-brazo.
En un principio, los ataques de palidez afectan a las puntas de uno o más dedos, pero, con una exposición continuada a la vibración, la palidez puede extenderse a la base de los dedos.
Durante la crisis, los trabajadores afectados pueden experimentar una pérdida completa del sentido del tacto y de la destreza manual, interfiriendo con la actividad profesional e incrementando el riesgo de lesiones graves debido a accidentes.
Los ataques de palidez son más comunes en invierno que en verano. La duración del ataque varia desde unos pocos minutos a más de una hora, según la intensidad de la presencia del estimulo, y la crisis cesa, generalmente, cuando se calienta el cuerpo por calor o masaje local. En la fase de recuperación puede aparecer un enrojecimiento, eventualmente asociado con dolor en los dedos afectados, como resultado de un incremento reactivo de la circulación sanguínea en los vasos cutáneos.
Si la exposición a la VMB continua, los ataques de palidez pueden llegar a ser más frecuentes y pueden suceder durante todo el año. En casos severos, los ataques de palidez pueden presentarse, no sólo durante la jornada de trabajo, sino durante actividades extralaborales como jardinería, bricolaje, etc.
En raros casos avanzados, los ataques de palidez repetidos y severos de los dedos pueden dar lugar a ulceración o gangrena de la piel de las puntas de los dedos.
En las primeras fases, la mejora de estos trastornos vasculares en los trabajadores afectados puede darse cuando se elimina la exposición a las vibraciones o se reducen los niveles de exposición. Así, por ejemplo, desde finales de los años 70, se ha observado una disminución en la incidencia del DBV en los trabajadores forestales, tanto en Europa como en Japón, después de la introducción de sierras de cadena con sistemas antivibratorios y la aplicación de medidas administrativas que reducen el tiempo de utilización de las sierras, además de los esfuerzos por reducir la exposición a otros parámetros nocivos del ambiente de trabajo (por ejemplo, frío). Igualmente, se ha observado una mejoría del DBV en trabajadores forestales retirados.
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