A la hora de diseñar un plan frente al ruido hay que hacerse varias preguntas:
¿Quién está implicado en el plan?
Antes de poner en marcha cualquier plan de prevención, es necesaria una voluntad de la dirección de la empresa de abordar el problema y llegar a soluciones, ya que este plan necesita recursos humanos y económicos. Es fundamental una política de mejora de las condiciones de trabajo, debiendo asignar unos presupuestos y unos medios materiales y humanos, para la consecución del plan.
Después del compromiso de la Dirección, en el Plan estarán inmersos todas las personas de la empresa, así como aquellos agentes externos a la misma relacionadas con la Prevención.
¿Objetivos del plan?
Los objetivos de un plan de prevención frente al ruido pueden quedar exclusivamente en cumplir con lo establecido en la legislación vigente o, incluso, mejorar lo establecido acudiendo a otras normas y recomendaciones.
Análisis de la situación
Para contestar a preguntas sobre si existe problemática relacionada con el ruido es necesario realizar una medición del ruido en la empresa.
Una herramienta muy útil para discriminar las zonas ruidosas puede ser la confección de un mapa de ruido que, aunque no es obligatorio en algunas legislaciones, puede ayudar a señalizar las zonas que necesitan protección auditiva, a localizar fuentes, puestos de trabajo ruidosos, etc. La realización de este mapa de ruido indica que hay una sensibilización frente al problema del ruido, además de dar una visión global de los niveles de ruido.
¿Quién ha de estar presente en la medición de los puestos de trabajo?
Conviene que estén presentes aquellas personas que están relacionadas con el puesto de trabajo en el que se realiza la medición:
– Técnico de Prevención.
– Responsable técnico de la zona.
– Médico de empresa.
– Representante legal de los trabajadores.
Legalmente tienen derecho a estar presentes, en las evaluaciones, los órganos internos competentes en seguridad e higiene y los representantes de los trabajadores.
¿Cómo se han de recoger los datos de la medición de ruido?
Es necesario que los datos sobre la medida de ruido y los controles médicos de la función auditiva se recojan de forma sistematizada, uniforme y homogénea, en soportes documentales conocidos por todos los implicados ya que, legalmente, se han de tener archivados durante años.
¿Qué datos necesitamos sobre la exposición al ruido de los trabajadores?
En cuanto a este apartado conviene indicar el puesto de trabajo que ocupa el trabajador, las tareas que realiza y los datos relativos a la protección auditiva (si la utiliza, cuánto tiempo, si está formado en el uso y mantenimiento de la misma, si ha sido consultado en la elección y el modelo que utiliza, etc.).
¿Cómo evaluar la situación?
Para evaluar los riesgos de exposición al ruido se cuenta con la legislación vigente, lacual proporciona todas las pautas para realizar una correcta evaluación; aunque si lo que se requiere es proteger de otros efectos distintos de la pérdida de audición, nostendremos que referir a criterios contenidos en normas técnicas (SlL, NR, etc.), que no entran en el ámbito de este documento.
¿Debemos informar al trabajador?
Deberemos informar como mínimo de los estipulado en la legislación y que sería:
– Evaluación de su exposición al ruido, y los riesgos potenciales para su audición.
– Las medidas preventivas adoptadas, con especificación de las que deban ser adoptadas por el propio trabajador.
– La utilización de protectores auditivos.
– Los resultados del control médico de su audición.
– Puede también ser conveniente ampliar esa información, mediante carteles, informes personales y otros medios.
¿Debemos informar a los representantes de los trabajadores?
Además de la obligación de información establecida en la legislación vigente, se puede llegar mucho más lejos, y no limitarse a dar una información obligada, sino que conviene consultar, discutir y llegar a soluciones pactadas para conseguir una implicación de todos los estamentos de la empresa, lo que aumentará la eficacia de nuestro plan de lucha contra el ruido.
¿Qué debe contener nuestro plan de formación?
Es necesario formar a los trabajadores sobre los riesgos derivados de la exposición alruido. Cuando exista una política de reducción de los niveles de ruido, será necesario realizar un plan de formación que deberá contener: objetivos, destinatarios, formadores, metodología, medios materiales, plazos y, por supuesto, seguimiento de la eficacia del mismo.
¿Qué medidas hemos de adoptar?
Serán variables, dependiendo de la situación concreta de la empresa, tal y como se ha visto en el apartado de control de ruido.
¿Es necesario evaluar el plan?
En todo plan de lucha contra el ruido será necesario comprobar si los objetivos que hemos planteado se han cumplido y en qué medida, para poder corregir los errores que se hayan cometido. Para ello es preciso definir una serie de indicadores que permitan comparar la situación de partida con la situación final.
Hay que tener en cuenta que este plan es un proceso continuo, y que requiere un esfuerzo continuado. En muchos casos, por motivos tecnológicos y/o económicos puede resultar difícil o incluso imposible solucionar el problema en un plazo muy corto por lo que el plan requerirá revisiones continuas, adaptación al progreso técnico, y en algunos casos, un proyecto de inversiones económicas.
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