La base de datos para la recomendación de cada VLB se toma de la información disponible sobre la absorción, eliminación y metabolismo de las sustancias químicas y de la correlación entre la intensidad de la exposición y el efecto biológico en los trabajadores.
Las bases científicas para establecer los VLB pueden derivarse de dos tipos de estudios:
– Los que relacionan la intensidad de la exposición con el nivel de un indicador biológico.
– Los que relacionan el nivel de un indicador biológico con efectos sobre la salud.
Para encontrar estas relaciones se utilizan los datos obtenidos de exposiciones controladas con voluntarios o de los estudios realizados en los puestos de trabajo.
Los estudios en animales generalmente no proporcionan datos adecuados para el establecimiento de un VLB.
En muchas ocasiones, cuando el nivel del determinante cambia rápidamente o cuando hay acumulación, el tiempo en el que se realiza la toma de muestra es muy critico y debe respetarse cuidadosamente.
El tiempo en que se realiza el muestreo se especifica de acuerdo con las diferencias entre las velocidades de absorción y eliminación de los compuestos químicos y sus metabolitos, y de acuerdo con la persistencia de cambios bioquímicos inducidos, así tenemos los siguientes:
Los indicadores con momento de muestreo «antes de comenzar el turno” (significa después de 16 horas sin exposición); «durante el turno” o «al final del turno» (significa las dos últimas horas de exposición) se eliminan rápidamente con una vida media menor de 5 horas. Estos indicadores no se acumulan en el organismo, y por lo tanto, el momento de muestreo es crítico con los períodos de exposición y post-exposición.
Los indicadores con momento de muestreo «al comienzo de la semana de trabajo” o «al final de la semana de trabajo» (significa después de dos días sin exposición o después de cuatro o cinco días consecutivos de trabajo con exposición, respectivamente) se eliminan con vidas medias superiores a las 5 horas. Estos indicadores se acumulan en el organismo durante la semana de trabajo, por lo tanto, el momento de muestreo es critico en relación con exposiciones anteriores. Para las sustancias químicas con eliminación multifase, el momento se dá en relación con la exposición en el día de trabajo (turno) así como con la exposición de la semana.
Los indicadores con momento de muestreo «no critico” u «opcional», tienen vidas medias de eliminación muy largas y se acumulan en el organismo durante años, y en algunos durante toda la vida. Después de un par de semanas de exposición, los especimenes para medir estos indicadores se pueden tomar en cualquier momento.
Cuando se interpretan los resultados del control biológico, hay que considerar las diferencias intraindividuales e interindividuales que tienen lugar en las concentraciones de los indicadores aún en las mismas condiciones de exposición. Estas diferencias surgen como consecuencia de:
– Variación en la ventilación pulmonar hemodinámica.
– Constitución del organismo.
– Eficacia de los órganos excretores.
– Actividad de los sistemas enzimáticos que controlan el metabolismo de la sustancia química.
– Para reducir los efectos de todos los factores que pueden variar es necesario un muestreo múltiple. No se debe tomar ninguna acción de un resultado inesperado procedente de una única medida aislada, sino en las realizadas procedentes de un muestreo múltiple.
El control biológico puede confirmar los resultados del control ambiental, pero cuando haya una discrepancia entre ambos debe revisarse cuidadosamente la situación global de la exposición y encontrarse una explicación.
La principal fuente de inconsistencia en la información de la intensidad de la exposición suministrada por el control ambiental y el biológico es la variabilidad en los factores siguientes:
– Estado fisiológico y de salud del trabajador: constitución de su organismo, dieta (consumo de agua y grasas), actividad enzimática, composición de los fluidos corporales, edad, sexo, embarazo, medicación, situación de enfermedad.
– Fuentes de exposición laboral: intensidad de carga en el trabajo físico, fluctuación de la intensidad de la exposición, absorción por la piel, temperatura, humedad, coexposición a otros productos químicos.
– Fuentes ambientales: contaminantes comunes, del hogar, agua, alimentos.
– Fuentes del estilo particular de vida: actividades después del trabajo, higiene personal, hábitos en el trabajo, en la comida, tabaco, consumo de alcohol,
drogas, exposición a los productos del hogar o a productos químicos procedentes de entretenimiento (hobbies) u otros puestos de trabajo.
– Fuentes metodológicas: contaminación del espécimen, deterioro durante la toma de muestra, almacenamiento y análisis, sesgo en los métodos analíticos utilizados.
La importancia de estos efectos debe valorarse individualmente en cada situación. Los fármacos, los contaminantes o la coexposición a otros productos químicos, pueden alterar la relación entre la intensidad de la exposición laboral y el nivel del determinante en el espécimen, bien sea por adición de éste al ya existente o por alteración del metabolismo o eliminación de la sustancia química en estudio.
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