Existen actividades que pueden ser origen de grandes y graves accidentes debido a explosiones, incendios, escapes, entre otros. En la memoria está el accidente de Seveso o el de Chernobyl. Esto ha motivado el desarrollo de métodos específicos de análisis, fundamentalmente en la industria química, y que son recogidos como exigencia en determinadas legislaciones. Estos métodos se basan en análisis probabilísticos de riesgos y se utilizan también para el análisis de los sistemas de seguridad en máquinas y distintos procesos industriales. Algunos ejemplos específicos son el método HAZOP y el árbol de fallos y errores, entre otros. En apartados anteriores se han visto una serie de alternativas para efectuar una evaluación de riesgos, los cuales tenían como característica el disponer de legislación, una norma, método o guía para efectuarlo. Ahora bien, existen peligros, generalmente muy corrientes y dispares en la vida ordinaria, a los que no son aplicables dichas metodologías, y que por otra parte requieren el disponer de un método general que pueda ser aplicado en este tipo de situaciones. Existen varios métodos de aplicación general a la hora de evaluación de riesgos, por ejemplo, el W.T. Fine, el Sistema Simplificado de Evaluación, entre otros; sin embargo, el método que se expone a continuación, Evaluación General de Riesgos, creemos que cumple la versatilidad requerida a la vez que una gran sencillez de aplicación.
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